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Viaje a la isla no aislada

25 octubre, 2015

Viaje a la isla no aislada

Cuando con sed me dirigí a lo que creía que era máquina de bebidas que estaba al lado de mi cuarto, lo que me encontré fue un dispensador de juguetes eróticos. La llenaban vibradores, vaginas de goma y lubricantes.

El lugar donde me alojaba era un motel del amor dirigido al sexo extramarital, o a las parejas jóvenes que buscan un poco de intimidad. Al ser una de las opciones más baratas de alojamiento, he dormido en muchos de estos moteles en mi viaje a Corea del Sur. Los hay de todo tipo y muchos con toques que llamaríamos kitsch.

Algo que hice a conciencia antes de llegar fue no investigar mucho sobre el país, quería ir descubriéndolo a medida que pasaran los días y recorriera kilómetros. El primer shock sabía que sería no poder descifrar el idioma. Quería poder sumergirme y sentirme perdido, obligarme a preguntar, tener que seguir mi instinto, relajarme y dejarme llevar. Seguramente que he dejado de visitar algunos sitios turísticos pero quería que la experiencia fuese así.

Para que esto fuese posible, conté con la inadvertida ayuda natural de los sur coreanos que fui conociendo. Su calidez, carisma, cordialidad, amabilidad, serenidad y honradez. Creo que la palabra que los define es resiliencia. Por ejemplo, la foto que acompaña este post, es la respuesta a mi pregunta de dónde poder alquilar un scooter para recorrer la isla de Jeju, ya que Atenea estaba empacada en una caja para salir pronto en avión rumbo a India. Destacaría el detalle de los pasos de cebra y las distancias en metros.

He estado casi un mes recorriendo el país y he hecho muy buenos amigos. Algunos como DJ, Mr Bong o Mr Kim, han estado siempre dispuestos a ayudarme y a hacerme probar los platos de su variada gastronomía. Como una de las cosas que aman es comer, te invitan a experimentar los sabores más variopintos, a probar de todo; gusanos de seda, pulpos vivos – que cuando te los metes en la boca sientes que los tentáculos se te pegan en los dientes mientras se mueven en tu boca-, cerdo negro o carne de vaca en el estilo de barbacoa que envuelves con hojas verdes, incluidas las hojas de hortensia. O sus múltiples estilos de sopas. En algunos pueblos, ante la imposibilidad de poder leer lo que ofrecían de comer, me limitaba a señalar cualquier cosa en la lista del menú. Creo que no se puede decir que has probado el picante hasta que llegas aquí, todo pica.

Al estar ubicada en el extremo sur de la península coreana, de estar rodeada por dos mares y compartir con Corea del Norte una de las fronteras mas herméticas del mundo, podría decirse que geográficamente Corea del Sur parece una isla. La única forma de llegar, por tanto, fue por ferry desde Rusia, ya que para entrar a China con la moto hay que pagar una cantidad de dinero prohibitiva.

Pero Corea del Sur, desde el punto de vista tecnológico y de telecomunicaciones es uno de los países más avanzados del mundo y, mientras que los ciudadanos de Corea del Norte no tienen acceso a Internet, en el sur hay puntos de WiFi gratis en muchos sitios de las ciudades.

Imagino que si los seres humanos vamos evolucionando cosas de nuestro cuerpo, a los sur coreanos pronto les saldrá un tercer brazo en el cual llevar el teléfono móvil. No lo sueltan en ningún momento. Caminan mirando hacia el aparato mientras escriben o miran algún vídeo, creo que deben haber desarrollado algún radar interno porque no se chocan y te esquivan cuando te cruzas con ellos.

Al amor por el móvil agregaría su coquetería, ya que no desperdician cualquier espejo o cristal que refleje para acomodarse el peinado, retocarse el maquillaje o reventarse un grano.

Normalmente no soy de decir lo que la gente debe hacer en sus vacaciones, ni qué países o lugares deben visitar, pero si están preparando un viaje por favor, pongan Corea del Sur en esa lista.

Hay que venir dispuestos a experimentar con los sentidos y a quitarse la vergüenza. Como cuando ves que una señora mayor se sube a un columpio y se divierte como si tuviese 6 años y su risa es contagiosa.
Te pones en la fila para subirte.

  1. Matilda dice:

    Ah, ¡ahora necesito ir a Corea del Sur, ja, ja! Qué bonito escribes.

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